El arte moderno puso de
manifiesto que la deformación de los objetos que se representaban no era
involuntaria, sino deliberada, artística, buscada con el fin de satisfacer
cierta concepción poética de las cosas.
Arte moderno es un término propio
de distintos ámbitos del mundo del arte la historiografía del arte, la estética
y teoría del arte, que pretende diferenciar una parte de la producción
artística, que se identificaría con un determinado concepto de modernidad por
oposición al denominado arte académico. Este representaría la tradición;
mientras que el arte moderno representaría la experimentación.
Al ser esencialmente un
concepto estético y no cronológico, cualquier delimitación de un periodo para
el "arte moderno" es problemática, empezando por una dificultad
obvia: el arte de la Edad Moderna (de mediados del siglo XV a finales del siglo
XVIII) no es lo que se entiende como "arte moderno", mientras que sí
lo es el arte de la Edad Contemporánea (desde finales del siglo XVIII hasta la
actualidad). Otra ambigüedad evidente es la utilización de la expresión
"arte moderno" en oposición a "arte antiguo", que tampoco con
el arte de la Edad Antigua (desde el inicio de la historia hasta el siglo V),
especialmente en formas como "maestros antiguos" y "maestros
modernos", siendo aquellos los del siglo XV al XVII, y estos los
posteriores.
Únicamente si se entiende el
concepto de arte moderno no como cronológico, sino como estético, pueden
explicarse ciertas paradojas: un pintor academicista como William Adolphe
Bouguereau no hace "arte
moderno", mientras que Vincent van Gogh indudablemente sí; calificar como
"modernos" a el Greco , Velázquez , a Rembrandt o a Goya es algo tan común que se ha convertido
prácticamente en un tópico.
El arte moderno, como
innovación frente a la tradición artística del arte occidental, representa una
nueva forma de entender la teoría y la función del arte, en que el valor
dominante de las llamadas artes figurativas (pintura y escultura) ya no es la
imitación de la naturaleza o su representación literal. La invención de la
fotografía había convertido esta función artística, hasta entonces esencial
(pintores de corte), en algo accesorio, cuando no obsoleto. En su lugar, los
artistas comenzaron a experimentar con nuevos puntos de vista, con nuevas ideas
sobre la naturaleza, materiales y funciones artísticas, llegando incluso a la
abstracción. La Revolución industrial no sólo trajo las innovaciones técnicas
que permitieron la arquitectura del hierro y del cristal, sino que cambió para
siempre las relaciones productivas y sociales, y con ellas, la posición del
artista frente a su cliente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario